El euro alcanza mínimos en dos años ante la posible bajada drástica de tipos de interés por parte del BCE.
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Desplome del Euro Ante la Crisis Económica
Según informes recientes, el euro ha experimentado una caída significativa, la más baja desde noviembre de 2022, alcanzando los US$1,0335. Esto se debe principalmente a que la actividad empresarial en Alemania y Francia ha mostrado una contracción inesperada, afectando la confianza en la moneda europea.
Expectativas de un Recorte de Tipos de Interés
El mercado anticipa una acción decisiva del Banco Central Europeo, calculando casi un 60% de posibilidades para un recorte de medio punto en las tasas de interés el mes entrante. Estas expectativas han cambiado drásticamente desde un modesto 15% registrado anteriormente.
Comparación con los Estados Unidos
Mientras tanto, en Estados Unidos, las políticas anunciadas por Donald Trump sugieren recortes fiscales que podrían significar un crecimiento económico futuro, a diferencia de la situación en Europa.
Impacto en el Mercado de Bonos
Con la caída del euro y las sombrías proyecciones de crecimiento, los bonos de la zona euro vieron un aumento, con una notable disminución en la rentabilidad del bono alemán a dos años que bajó 13 puntos básicos, hasta el 1,98%.
Perspectivas Futuras para el Euro
El mercado parece prepararse para más pérdidas del euro hacia finales de año, haciendo necesaria una cobertura más amplia contra la debilidad de la moneda.
Situación Inflacionista en la Eurozona
A pesar de la presión para reducir los tipos de interés, el aumento en los costos del gas natural y los salarios plantea un riesgo inflacionista serio, sugiriendo cautela en las decisiones futuras del BCE.
“Europa necesita tipos más bajos, la industria manufacturera necesita tipos más bajos. Usted tiene estos factores múltiples que actualmente pesan sobre Europa y eso nos ha hecho bastante bajistas en todos los activos”, dijo un experto.
Análisis de Goldman Sachs Inc. en Bloomberg TV
La debilidad de la moneda y los recientes datos económicos subrayan el continuo desafío para la eurozona, mientras que los líderes europeos y los funcionarios del BCE tendrán que equilibrar cuidadosamente sus estrategias frente a las dinámicas globales en cambio.