La inteligencia artificial podría generar un aumento significativo en la demanda de energía, pero también podría ayudar a reducir a la mitad la intensidad de carbono del sistema para 2050, según un informe de Shell Plc. A medida que la IA se implante en todas las industrias, se espera que el consumo de petróleo aumente en la década de 2030 antes de alcanzar su punto máximo y luego disminuir gradualmente. El informe también predice un aumento en la demanda de gas natural hasta la década de 2040 y el uso continuo de productos petroquímicos durante el siglo XXII.
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El impacto de la IA en la demanda de energía
Un nuevo informe de Shell Plc revela que la implementación de la inteligencia artificial en todas las industrias podría llevar a un aumento significativo en la demanda de energía. Esto se debe a las mejoras en la productividad impulsadas por la IA, que incluyen la automatización en la fabricación. Se espera que el consumo de petróleo aumente entre tres y cinco millones de barriles al día en la década de 2030, antes de alcanzar su punto máximo y comenzar a disminuir lentamente. Sin embargo, este aumento en la demanda de energía también presenta una oportunidad para reducir la intensidad de carbono del sistema en un 50% para 2050.
El futuro de la demanda de gas natural y productos petroquímicos
Según el informe de Shell, la demanda de gas natural podría aumentar hasta la década de 2040, mientras que el uso de productos petroquímicos se espera que continúe durante el siglo XXII. A medida que las empresas adopten tecnologías más sostenibles y reduzcan su dependencia de los combustibles fósiles, es probable que el carbón deje de crecer como fuente de electricidad antes de 2030, seguido del gas natural en 2035. Sin embargo, a medida que la IA se extienda en todas las industrias, la demanda de energía seguirá creciendo, lo que requerirá una transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
La importancia de la descarbonización y la IA
El informe de Shell destaca la importancia de la descarbonización en el sistema energético. Para lograr emisiones netas de CO2 cero para 2050, será necesario utilizar tecnologías de gestión y eliminación del carbono. La inteligencia artificial juega un papel clave en este proceso, ya que puede ser utilizada para mejorar la eficiencia energética, optimizar procesos logísticos y desarrollar energías renovables. Según Shell, la IA sumergida en todos los sistemas energéticos, desde el transporte hasta la fabricación, puede ayudar al mundo a evitar un aumento catastrófico de la temperatura promedio mundial y promover una transición hacia una economía más sostenible.
