El Banco de Japón busca mejorar la liquidez comercial de los bonos del Estado a 10 años mediante la venta de parte de sus tenencias. Estos bonos se utilizan frecuentemente como herramientas de cobertura contra la volatilidad del mercado. Al incrementar la disponibilidad de estos títulos, se espera que se reduzcan los costos para los inversores y se mejore el funcionamiento del mercado.
Venta de bonos para mejorar la liquidez
El Banco de Japón ha decidido vender parte de sus tenencias de bonos del Estado a 10 años, con el objetivo de mejorar la liquidez comercial de estos títulos. A menudo, estos bonos son usados por los inversores como herramientas de cobertura contra la volatilidad del mercado. La decisión busca incrementar la disponibilidad de los bonos y reducir los costos para los inversores.
La importancia de la liquidez en el mercado de bonos
Los bonos del Estado a 10 años son los más baratos en entregar para los contratos de futuros de bonos a 10 años. Por lo tanto, es primordial que haya liquidez en estos bonos para facilitar la actividad comercial relacionada con ellos. Al mejorar la liquidez, se espera que los inversores puedan acceder a estos instrumentos de manera más rentable y eficiente.
“Espero que el banco central tome medidas similares para otra deuda vinculada a futuros, contribuyendo a mejorar el funcionamiento del mercado”, dijo un gestor de fondos de inversión.
Gestor de fondos de inversión
El impacto de la medida
La venta de bonos del Banco de Japón ha aliviado las preocupaciones de los inversores que operan con futuros. Antes de la venta, se temía que la escasez de bonos pudiera poner presión en el mercado, dificultando la actividad comercial y aumentando los costos. Sin embargo, la medida del banco central se espera que mejore el funcionamiento del mercado y beneficie a los inversores.
- Mayor disponibilidad de bonos del Estado a 10 años.
- Reducción de los costos para los inversores.
- Mejora en el funcionamiento del mercado de bonos.
Metas futuras del Banco de Japón
El Banco de Japón tiene la meta de reducir sus compras mensuales de bonos en unos 400.000 millones de yenes cada trimestre hasta marzo de 2026. Con la inflación en Japón manteniéndose por encima del objetivo del 2%, el banco central busca ajustar sus políticas y disminuir su implicación en el mercado de bonos.
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